Para mí un cuentacuentos es alguien que
sabe dar vida a un cuento a través de sus palabras, gestos, y emociones
implicadas en el momento de contarlo.
Cuando comentamos en grupo que
estrategia íbamos a seguir cada uno al final entre Rafa y yo decidimos que yo
sería el cuentacuentos y el narrador, ya que Diego prefería ser lector. Supuse
que iba a ser la estrategia más difícil, pero me lo pasé muy bien contando el
cuento. El motivo por el que elegí esta estrategia no fue directamente
demandado por mí, yo quería narrar o contar el cuento, y como ya he dicho antes
entre Rafa y yo nos decidimos y finalmente yo escogí la estrategia de
cuentacuentos. También me quedé muy conforme con mi elección ya que una vez
quise a apuntarme a un taller de cuentacuentos impartido en la universidad, pero
por unos motivos o por otros el taller se canceló.
Me surgió un imprevisto muy importante
una semana antes y no pude ir a clase a realizar la actividad con el resto de
compañeros, por lo que me grabaron contando el cuento que escogí, que por
cierto fue “Los tres cerditos”.
Escogí este cuento porque me lo sé más
que de memoria, de hecho, no miré ninguna página ni vídeo para releer este
cuento que me lleva acompañando toda la vida. Es especial para mí por los
valores que transmite y la forma en el que lo cuenta cada persona, que es
diferente.
La edad para la que adecué el texto es para
3 años. Observando los registros de adecuación de la edad subidos a la web
defienden perfectamente la idea. Es muy fácil de comprender y de seguir, los
niños se meterían mucho en el papel y lo entenderían ya que ya saben las
propiedades básicas de algunos materiales como el ladrillo o la paja. La forma
de contarlo es fundamental, no puede parecer una historia de miedo, pero
tampoco se puede ver al lobo como un animal poco inteligente y que suele salir
perdiendo, de hecho, es oportuno pensar que el lobo si no fuese por la astucia
del cerdito se hubiese salido con la suya. Las preguntas presentes en la
interactuación entre el niño y el cuentacuentos son fundamentales, pero yo no
pude preguntar mucho a mi cámara (Diego) ya que no obtendría una respuesta real
adecuada al contexto y momento de contar el cuento.
Elegí este cuento y la forma de contarlo
porque me resultaba fácil, así de simple. Podía haber contado el Principito o
Hansel y Gretel pero me lo tendría que haber preparado de una forma más
intensiva. Al no poder asistir a la sesión decidí simplificar la toma de
decisiones y métodos relacionados con la realización del trabajo. Por eso elegí
este cuento ya que es el primero que se me viene a la cabeza si de lo que
estamos hablando es de contar un cuento.
La preparación consistió en elegir el
cuento y repasarlo mentalmente, después se lo conté una vez a mi compañero y a
la segunda me grabó, sin vuelta atrás. Mi compañero fue Diego y grabamos en la
zona de las mesitas del campus.
No me salte ninguna parte, simplemente hice
mi esquema general de acciones que ocurren en la historia y lo fui hilando,
como se debe contar un cuento folclórico vaya. No añadí nada de mi cosecha ni
improvisé mucho porque no quería meter la pata en ningún momento y no me
parecía justo grabarme dos veces.
Mis compañeros me dijeron que mantengo
mis estereotipias típicas de mis discursos y exposiciones en público. Que quizá
tuve que exagerar más en algunas partes y meterme mucho más en el papel.
También tengo que mejorar mi vocalización. Tuve que añadir alguna parte más
también, improvisar sobre la marcha y adaptarme mejor a la historia.
Sin embargo, también me dijeron que al
menos mantuve el hilo de la historia y que mi entonación fue la correcta.
VIDEO Parte 1:
VIDEO Parte 2:
Desde mi punto de vista lo hice bastante
mal. También he de decir que al no poder venir decidí ensayar antes, pero sólo
poder grabarlo una vez también fue una norma que me puse. El vídeo está dividido
en dos partes puesto que mientras se grababa una llamada nos interrumpió, pero
colgamos y continuamos de seguido. (Copiado literalmente de la actividad sin
corregir).
Las conclusiones de este trabajo las he
podido crear en gran parte gracias a la opinión de Bea y de Irune. Disfruté
mucho contando el cuento y como futuro maestro lo seguiré manteniendo en las
futuras generaciones, ¡con algún añadido mágico de mi cosecha y poco más este
cuento me dará mucho que contar!
Mucho mejor. Para que esté perfecto, aún te falta que comentes la interactuación antes, durante y después. Aunque no lo hicieras en la grabación del vídeo, debes explicar cómo lo harías si lo contases a niños de 3 años. Interesan las preguntas concretas en los momentos concretos y, sobre todo, el diálogo final. Esta es la actividad en la que debes demostrar que vas saber trabajar la literatura correctamente cuando seas maestro.
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